El megalodón era el pez carnívoro más grande que jamás se haya conocido. Se
alimentaba de ballenas. Su dentadura rasgaba la carne de la presa a la vez que partía los huesos.
El megalodón necesitaba comer 900 kilos diarios de alimento, lo que equivale al
tamaño de un elefante. Poseía unos sensores en la piel que le permitían localizar
a sus presas antes de haberlas divisado. Los científicos creen que tenía la capacidad de detectar a sus
presas a 5 kilómetros de distancia.

Podemos recordar que, de hecho, el
kraken fue considerado durante siglos un mito marinero y hoy se estudian varias
especies de calamares gigantes.
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